Menos agua y más aceite. Sí, como suena. A la piel grasa le puede venir francamente bien realizar la limpieza facial con aceites y dejar de lado el jabón. Eso sí: es importantísimo hacerlo bien y nosotros te enseñamos cómo.
Es posible que a veces tengas granos. O incluso muy a menudo… Quizás los poros tiendan a expandirse como el universo. O que los brillos sean una de tus pesadillas estéticas, al igual que la forma en que tu cutis parece ‘escupir’ el maquillaje. Porque sí, tienes la piel grasa. Y ahora te estamos proponiendo hacer la limpieza nada más y nada menos que con aceite. ¿Se te ponen los pelos de punta sólo de leerlo? ¿La mera imagen mental de masajear aceite sobre tus poros te produce escalofríos? Olvídalo: menos agua y más aceite – y piel más calmada. Sí, incluso en pieles grasas.
Para resolver todas las dudas hablamos con la esteticista Cristina Galmiche, que nos lo explica todo, todo, todo, ¡todo!
• Los aceites arrastran mucho mejor las impurezas oleosolubles, entre las que están el maquillaje y el sebo que generamos a diario en el rostro.
• El aceite no puede ser sólo bueno, ¡para la piel grasa es mejor que cualquier producto astringente!
• ¿Cuál es el problema entonces para no usar más aceite en la limpieza de las pieles grasas? Cristina Galmiche lo tiene claro: no se acompañan del segundo paso fundamental e imprescindible: el enguaje y la tonificación adecuada. Se tiende a hacerlo con agua del grifo, y esto reseca la piel y desequilibra el pH por los minerales del agua y por la acción de evaporación.
• ¿Su resumen? Aceite sí, pero siempre con doble limpieza. Es decir: primero se aplica el aceite y se arrastra luego con un tisú, algodón o, lo mejor, pañuelo facial. Después, se enjuaga el rostro con algodón impregnado en un tónico que calme y retire las células muertas.
• No todos los aceites son igualmente adecuados. El aceite de aguacate regula las pieles con acné, y el de trigo es bueno para retirar impurezas, pero se debe aclarar muy bien para que no tapone.
• En caso de duda, Cristina propone acudir a un esteticista para que nos explique qué aceite nos irá mejor a nuestro tipo de piel y cómo evitar irritarla.
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